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Por Sergio G. García QUECUANDO |
“Tashi Delek” es el resultado del viaje que Kirsten Leedham realizó a las alturas del Himalaya en la India, en un ritual anual que viene repitiendo cada invierno en los últimos diez años, en países distintos y distantes. La necesidad de convertirse en uno con el lugar que ella elige para fotografiar es un peregrinaje, en el cual ella focaliza toda su atención en la experiencia en relación con el ambiente que la rodea. Esto le permite convertir ese íntimo vínculo en una historia llena de fuerza y color, repleta de detalles y anécdotas. "No preví el impacto que esta expedición me causaría física y metaforicamente", explica Kirsten Leedham sobre su escalada a la abrupta y aislada cordillera Himalaya en la India. "La subida se extendió el doble de lo planificado debido a la falta de oxígeno en el lento ascenso, en un espacio en donde los pensamientos se expanden, con un aire débil pero lleno de oraciones de Budda flotando en el ambiente, más allá de la no olvidada religión Bon", añade. Kirsten admite haber sido "encantada" por el humilde paisaje, que combina unas gélidas temperaturas con pendientes peligrosas, y unas "vistas asombrosas del respetuoso silencio del hombre ante la grandeza de la naturaleza", explica la fotógrafa. "Estaba fascinada, magnetizada por este mundo elevado, imposible de preconcebir, avanzando de puntillas para ascender a su elevado altiplano", confiesa. "La verdad es que sus imágenes son impactantes, especialmente por la viveza del color y lo exótico de su contenido”, explica Antonio Marí, director ejecutivo de Fundación Sophia y anfitrió de la exposición "Tashi Delek". Añade que "los que visiten esta muestra podrán constatarlo por si mismos". Mientras tanto, cámara en mano, Kirsten capta la imponente escena de los angostos y peligrosos caminos recorridos, los altares de piedra Chorten y Mani que se encuentra de paso y los picos que se alzan hacia el cielo, que parecen flotar cuando están cubiertos por las nubes. “El dolor intenso del congelante silencio amplia la habilidad auditiva hacia el pensamiento lúcido, para llegar a los umbrales de los aislados monasterios como en estado de trance, a mitad de caminio entre el cielo y la tierra”, recuerda Kirsten. Las imágenes expuestas ofrecen una rica semblanza cromática de este viaje, que cautivarán a los que visiten esta singular colección de Kirsten Leedham, titulada con el saludo tradicional tibetano, "Tashi Delek", que traducido significa "bendiciones y buena suerte". Dzongri, Amanecer – Kirsten Leedham © 2013 |
"No preví el impacto que esta expedición me causaría física y metaforicamente", explica Kirsten Leedham sobre su escalada a la abrupta y aislada cordillera Himalaya en la India. "La subida se extendió el doble de lo planificado debido a la falta de oxígeno en el lento ascenso, en un espacio en donde los pensamientos se expanden, con un aire débil pero lleno de oraciones de Budda flotando en el ambiente, más allá de la no olvidada religión Bon", añade. |
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